En esos inicios nuestra idea era dar apoyo y cobertura a necesidades específicas del alumnado, pues percibíamos en buena parte de él carencias de base y dificultades para seguir el ritmo de un sistema educativo más intenso que tendía a obviar las necesidades individuales.
A lo largo de estos años, la academia incrementó sus metros cuadrados hasta los actuales ciento setenta y, con ellos también, aumentó el número de estudiantes y profesores.
Paralelamente a este crecimiento, hemos desarrollado un método único que combina la atención personalizada, la retroalimentación grupal y una organización rigurosa, para acabar creando un método que trabaja como una vértebra: en equipo y con la flexibilidad que permite la adaptación a las circunstancias sociales e individuales.
Nuestras herramientas se han remodelado con el paso del tiempo para cubrir las necesidades de las nuevas generaciones que intervendrán en la sociedad del futuro.
El objetivo de nuestra filosofía es que esta dinámica que crece en el interior del equipo de Academia Encinas sea contagiosa y sea incorporada a los hábitos diarios de los más jóvenes.
Creemos y apostamos por una educación integral que abarque tanto lo académico como lo emocional, ya que en nuestro día a día ambas facetas viajan juntas.
Por tanto, no queremos que ninguna predomine sobre la otra porque ambas son igual de importantes en relación a las circunstancias personales y sociales de nuestras alumnas y alumnos.
Nuestro objetivo cada día es construir un entorno de confianza donde el error no sea juzgado, sino entendido como una vía de aprendizaje y de mejora.
Para ello, disponemos de nuestro equipo, generador de apoyo y soluciones desde hace más de veinte años.
Desde Academia Encinas ponemos toda nuestra experiencia a vuestra disposición.
Esta paulatina transformación nos ha llevado a crear un método único que dota de múltiples herramientas a nuestros alumnos para que adopten las que mejor se adecúen a sus necesidades y, así, alcancen sus metas.