Vickytruco #5: ¿protagonista o importante?

¿Protagonista o importante?

¿Protagonista o importante?

¿Protagonista o importante en la vida de nuestros hijos? ¿Cuál es la diferencia? 

Somos padres protagonistas cuando tomamos decisiones e imponemos nuestras creencias. Con ello, creamos dependencia en ellos. Si por el contrario, colaboramos en que ellos tomen las decisiones, escuchamos su opinión y les planteamos posibles soluciones, participaremos de su vida siendo importantes, pero los protagonistas serán ellos.

¿Motivación o riña?

Podemos decirle tú puedes. Esto se puede decir desde el enfado o la ira y trasladarle decepción. Otra opción es decirlo desde la ayuda o el análisis del error para demostrarles su capacidad de mejora o corrección.

El proceso de enseñar implica participar en el proceso de aprendizaje, generar confianza para que los errores no deban ocultarse y así poder ayudarles a ver posibles opciones para solventarlos.

¿Solucionar o resolver?

Recuerda que resolver nos hace protagonistas, pero no genera enseñanza. Los mensajes negativos no ayudan, generan frustración y culpa. Podemos ser estrictos con un mensaje positivo. En vez de un “no lo haces bien”, por un “lo puedes hacer mejor”; o un “te ha pasado esto por…” por un “debes analizar y no va a volver a suceder”.

Si nuestra actitud frente al error es levantarlo, no aprenderá nunca; si esperas y lo animas a que se levante, aprenderá a hacerlo solo.

¿Culpa o arrepentimiento?

A priori, identificamos la culpa como arrepentimiento o reflexión, pero hay que distinguirla. La primera genera falta de autoestima, miedos y/o ansiedad ante el error, lo que los lleva a la evitación y es eterna.

El arrepentimiento implica un proceso previo de análisis (breve) para luego hacer cambios que, si llegan para quedarse, crearán nuevos hábitos sanos y eficientes de vida.

¿Interrogatorio o interés?

Sabemos que es difícil mantener una conversación con ellos, por eso es tan importante no coger atajos y caer en frases típicas de padre y madre.

Mostrar interés por fechas de examen o qué tal les ha ido el día es estar dispuestos a escuchar sin juzgar y sin reprochar e, incluso, no elaborar en ese momento un análisis. (Podemos esperar, ¿no?)

Así no cortaremos el flujo de comunicación y habremos asentado unas bases de diálogo, de lo contrario, para saber algo sobre sus vidas acabaremos haciendo un interrogatorio que únicamente calmará nuestra propia ansiedad como padres de querer tenerlo todo bajo control.

¿Desinterés o independencia?

Es muy complicado dejarles tomar decisiones sobre sus calendarios, organización o hábitos. Pero dejarles cierto margen de independencia para que puedan experimentar, asumir responsabilidades y reflexionar sobre la corrección. Eso no es desinterés, porque estaréis ahí para escuchar y participar.

Tomar las decisiones adecuadas desde la experiencia, como padres, inhibe y pospone su madurez, porque les evita asumir las consecuencias.

Estemos a su lado, pero donde no se nos ve. Al lado para apoyar, pero no para empujar. Hagamos protagonista a nuestro hijo y seamos de lo más importante en su futuro.

Si nosotros estamos dispuestos a cambiar nuestro patrón de comportamiento con ellos, les estaremos enseñando que el cambio es posible, que hay otra oportunidad.

2 respuestas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad